Por Noele Illien y John Revill
BERN, 11 abr (Reuters) – El Parlamento suizo no aprobó el martes los 109.000 millones de francos suizos (120.500 millones de dólares) de garantías financieras utilizadas para rescatar a Credit Suisse el mes pasado, en una votación en primera vuelta que fue en gran medida simbólica dado que el Estado había comprometido los fondos.
La Cámara Baja rechazó retrospectivamente el rescate cerca de la medianoche, y los acalorados debates continuaron en la madrugada del miércoles, mientras los miembros discutían otras medidas relacionadas con Credit Suisse.
A primera hora del martes, la Cámara Alta suiza había aprobado el rescate, por lo que las dos cámaras del órgano legislativo volverán a votar el miércoles.
Los legisladores fueron convocados a una sesión extraordinaria para debatir el rápido rescate de Credit Suisse y la respuesta al cheque en blanco del Gobierno suizo para una quiebra que muchos en el país han achacado a la alta dirección.
Credit Suisse fue adquirido por su rival UBS, con sede en Zúrich, por 3.000 millones de francos suizos y respaldado con más de 250.000 millones de francos suizos en avales y ayudas, lo que ha suscitado numerosas críticas.
Aunque a primera hora del día 29 de los 46 miembros de la Cámara Alta del Consejo de los Estados suizo aprobaron la medida, más tarde fue rechazada con el voto en contra de 102 de los 200 miembros del Consejo Nacional.
Sin embargo, los votos son en gran medida simbólicos, ya que el Estado comprometió los fondos y los legisladores no pueden revocar esa decisión.
El mes pasado, en vísperas de la fusión, se recurrió a la ley de emergencia suiza para que un subgrupo de seis parlamentarios aprobara el compromiso financiero en nombre del órgano legislativo, ante la ira de los casi 250 legisladores que quedaron sin voz ni voto.
“El uso de la ley de emergencia ha alcanzado en los últimos tres años un nivel que empieza a molestarme”, declaró Hansjoerg Knecht, miembro de la Cámara Alta del Parlamento.
Calificando de “insatisfactoria” la situación en la que el órgano legislativo sólo puede aprobar los créditos ya comprometidos, Knecht dijo que si Credit Suisse necesitara más efectivo, no debería recurrirse a la ley de emergencia para eludir al Parlamento.
La ministra suiza de Finanzas se dirigió al Consejo de Estados antes de la votación y reconoció la ira que se estaba expresando.
“He oído enfado, he oído frustración, a veces también he oído un poco de impotencia”, dijo Karin Keller-Sutter, añadiendo que la fusión entre los históricos rivales Credit Suisse y UBS no era un matrimonio forzado, sino de conveniencia.
También señaló la necesidad de debatir qué tipo de centro financiero quiere ser Suiza y si quiere seguir jugando en la primera división mundial.
“¿Qué tipo de consecuencias tiene esto para el regulador financiero? ¿Para la política? Hay que debatirlo. Qué es lo que realmente queremos y, si lo queremos, no lo conseguiremos sin asumir también ciertos riesgos en el futuro”, afirmó.
Un sondeo entre economistas suizos reveló que casi la mitad pensaba que la adquisición de Credit Suisse por UBS no era la mejor solución, advirtiendo de que la saga había dañado la reputación de Suiza.
Celine Widmer, miembro del Consejo Nacional Suizo por los socialdemócratas de izquierdas, declaró a Reuters antes de la votación que había que responder a “muchas preguntas”.
Los políticos también se preguntaron por qué el regulador financiero suizo, FINMA, fue incapaz de evitar la caída de Credit Suisse.
“¿Necesita FINMA instrumentos más fuertes o ha hecho un mal trabajo?”, preguntó Eva Herzog durante un discurso ante la Cámara Alta.
Herzog es una de los seis diputados que aprobaron el acuerdo de rescate en nombre del órgano legislativo.
Como parte del inusual evento, la tercera sesión de este tipo en más de 20 años, el Parlamento suizo tuvo la oportunidad de cuestionar el apresurado paquete de rescate y debatir si se podían imponer condiciones a Credit Suisse.
La semana pasada, Suiza anunció que iba a recortar las primas de los altos directivos de Credit Suisse.
El rescate de Credit Suisse no sólo enfureció a los políticos, sino también a muchos suizos. Una encuesta realizada por la empresa de análisis político gfs.bern reveló que la mayoría de los suizos no apoyaban el acuerdo.
En una carta abierta al Parlamento, la Asociación Suiza de Empleados de Banca afirma que Credit Suisse y UBS deben congelar los recortes de plantilla.
(1 $ = 0,9045 francos suizos)
(Reporte adicional de John O’Donnell; Edición de Christina Fincher, Alexander Smith y Jamie Freed, editado en español por José Muñoz)
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