Traducido por IA
La inflación en la zona euro disminuyó al 2,4% en febrero, reforzando las expectativas de que el crecimiento de los precios está regresando gradualmente al objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, la cifra se situó ligeramente por encima de las previsiones, ya que los economistas habían anticipado una caída al 2,3%.
La inflación subyacente, que excluye la energía, la alimentación, el alcohol y el tabaco, descendió ligeramente al 2,6% desde el 2,7% en enero. La inflación de servicios, una de las áreas clave de preocupación debido a su persistencia, se redujo al 3,7% desde el 3,9%. Mientras tanto, los precios de la energía mostraron una marcada desaceleración, aumentando solo un 0,2% en febrero en comparación con el 1,9% del mes anterior.
A pesar de la ligera sorpresa al alza en los datos de inflación, los responsables del BCE se mantienen optimistas respecto a la tendencia desinflacionaria. Las actas de la reunión de enero del banco central sugieren que los funcionarios consideran que el crecimiento de los precios sigue en camino para alcanzar el objetivo del 2%, aunque persisten algunos riesgos.
Los mercados ahora esperan la decisión del BCE sobre las tasas más adelante en esta semana, con un recorte de tasas ampliamente previsto, que marcará la sexta reducción desde que se inició el ciclo de flexibilización en junio. Los operadores centrarán su atención en el comunicado de política del banco central para detectar posibles cambios en el tono respecto a futuros recortes, dado que la incertidumbre sobre la persistencia de la inflación y la resiliencia económica complica la perspectiva.
Las tendencias de inflación siguen siendo desiguales entre las mayores economías de la zona euro. La tasa de inflación en Alemania se mantuvo en 2,8%, por encima de las expectativas de una caída, mientras que en Francia se produjo una bajada significativa hasta el 0,9%. Estas disparidades resaltan el desafío que enfrenta el BCE al calibrar su política para un bloque fragmentado.
La prolongada recesión manufacturera en la zona euro mostró señales adicionales de alivio en febrero. El PMI final de manufactura HCOB subió a 47,6 desde 46,6 en enero, superando la estimación inicial de 47,3. Si bien sigue estando por debajo del umbral de 50 que separa el crecimiento de la contracción, los datos sugieren que la demanda se está estabilizando.
Los nuevos pedidos cayeron a la velocidad más lenta desde mayo de 2022, mientras que la producción de fábricas alcanzó un máximo de nueve meses de 48,9. Sin embargo, se aceleraron las reducciones de plantilla y persisten riesgos externos, incluidos los posibles aranceles de Estados Unidos sobre las exportaciones europeas.
Con la inflación enfriándose y la manufactura mostrando signos de estabilización, el mensaje del BCE será clave para los operadores. Una postura proteccionista que refuerce la necesidad de una flexibilización adicional podría empujar a la baja los rendimientos de los bonos y pesar sobre el euro.
Sin embargo, si los responsables de la política adoptan un tono cauteloso, señalando paciencia antes de realizar recortes adicionales, los mercados podrían moderar las apuestas agresivas de recorte de tasas, lo que apoyaría al euro y mantendría los rendimientos elevados.
La modesta mejora en el sector manufacturero también podría influir en el pensamiento del BCE, ya que cualquier recuperación sostenida podría reducir la urgencia de una flexibilización monetaria más profunda.
Más información en nuestro Calendario Económico.
James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.