Los principales retos que afronta el ecosistema de las criptomonedas

Hoy el ecosistema de las criptomonedas ronda ya los 22.000 proyectos y supone un mercado de unos 800.000 millones de dólares. Es complicado no oír ruido desde este mercado y la tentación de entrar es muy elevada.

Sin embargo, hablamos de un activo todavía muy joven si lo comparamos con algunas materias primas como el oro, que llevamos negociando desde antes de Cristo. Las mismas bolsas de valores (acciones) llevan con nosotros más de 400 años. Incluso los ETF o fondos cotizados llevan en el mercado más de 20 años.

Por el contrario, las criptomonedas llevan en el mundo una década y el trading en criptomonedas es aún más joven. El Bitcoin, la primera criptomoneda en ser minada data de 2009.

Por lo tanto, hablamos de una tecnología muy joven, aunque revolucionaria, y aún no disponemos de un entorno regulatorio claro y estable. El resultado de todo ello es un mercado con una elevada volatilidad y que debe afrontar una serie de retos muy importantes tales como los hackeos o la quiebra de plataformas de criptomonedas como la más reciente de FTX.

Retos para la inversión en criptomonedas

Si hablamos de las criptomonedas como activos de inversión a medio y largo plazo, debemos señalar algo que nos ha quedado claro los últimos meses: El riesgo ajustado del Bitcoin y de otras criptomonedas no es tal.

Las criptomonedas no están tan des correlacionadas con otros activos de riesgo como se pensaba. Así, invertir en criptomonedas como forma de diversificar la cartera no funciona. En 2022, han caído como cualquier otro activo de riesgo.

En segundo lugar, las propiedades de las criptomonedas como activos de riesgo no aparecen por ningún sitio. Dicho de otra manera, aunque se dijo que los cripto activos podían ser el nuevo oro, se ha demostrado que no es cierto. Ni son un activo seguro (defensivo) ni protegen contra la inflación. Como ejemplo, entre 2010 y 2022, las criptomonedas han sufrido 27 caídas de más del 25%.

Tampoco funcionan como inversión ESG, pues su elevado consumo de energía las hace, en general, inversiones poco sostenibles. El Bitcoin, la mayor criptomoneda (40% del mercado), sigue utilizando un protocolo de validación o minado PoW que consume mucho más que un protocolo (PoS).

Además de que al tratarse de redes descentralizadas resultan poco transparentes y anónimas, lo que provoca problemas de gobernanza y genera dudas sobre actividades ilícitas, lavado de dinero o evasiones de impuestos. El principal ejemplo, el aumento del trading con rublos y criptomonedas tras las sanciones financieras que siguieron a la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Algunos nichos de mercado no tienen mucho futuro

Las stablecoins o monedas estables a las que pertenecía la quebrada criptomoneda Terra tienen poco futuro si avanzan las CBDC o divisas digitales de los bancos centrales. Vamos, el dólar digital o el euro digital, por poner dos ejemplos de monedas sin problemas de liquidez o riesgo crediticio que podrían dar las mismas funcionalidades que las criptomonedas estables.

Y no podemos olvidar el importante aspecto de la regulación y de la incertidumbre que genera. No solo no hay legislación internacional; es que no hay legislación en casi ningún país y en algunos donde hay algo, como en China, se trata básicamente de prohibiciones. Beijing prohibió en 2021 el minado y el trading en criptomonedas.

Además, las quiebras o hackeos especializado que sufren las plataformas de intercambio de criptomonedas no ayudan y se acentúa la necesidad de una regulación más significativa y restrictiva, lo que choca con la gran ventaja de las criptomonedas, como es la descentralización.

Pero el trading de criptomonedas no para

Los inversores a medio y largo plazo pueden tener dudas sobre la inversión en criptomonedas. Sin embargo, el trading en criptomonedas sigue en alza. Hay muchas maneras de beneficiarse de la volatilidad de las criptos sin asumir el riesgo de los hackeos o de la caída de plataformas de intercambio como FTX.

Basta con invertir con instrumentos financieros como los futuros o los CFDs para poder beneficiarse de los cambios en las criptomonedas sin el riesgo de quiebra de la plataforma que las sostiene, pues son plataformas de trading y no plataformas para el intercambio de criptomonedas. Un CFD no otorga la posesión del activo, sino que se beneficia de su volatilidad.

No se puede hackear una plataforma de trading para robar sus criptomonedas porque no tiene. Y no puede quebrar cuando se desploma una criptomoneda porque no tiene problemas de liquidez, por ese mismo motivo.

El inversor o trader que sufra de FOMO o miedo de perderse la fiesta en las criptodivisas puede hacer trading en criptomonedas con una buena plataforma de trading. El inversor a largo plazo quizás debería mirar otros activos.