SÍDNEY, 29 abr (Reuters) - El jueves, el dólar se aproximaba a mínimos de nueve semanas, ya que las perspectivas decididamente flexibles de la Reserva Federal de EEUU y los ambiciosos planes de gasto de la Casa Blanca daban luz verde a la operativa vinculada a la reflación mundial en los mercados.
Por Wayne Cole
El impulso del presidente Joe Biden para invertir otros 1,8 billones de dólares también supone el riesgo de ampliar los déficits presupuestario y comercial de EEUU, que son el eterno talón de Aquiles del dólar.
El euro aprovechó la oportunidad para alcanzar su máximo desde finales de febrero en 1,2149 $, antes de estabilizarse en 1,2134 $. Al romper la resistencia de la línea de tendencia en 1,2114 dólares, se abre el camino hacia objetivos alcistas que se sitúan en 1,2196 dólares y 1,2242 dólares. El presidente de la Fed, Jerome Powell, no le hizo ningún favor al dólar al acallar las especulaciones sobre una pronta reducción de la compra de activos, diciendo que la tasa de empleo aún estaba muy lejos del objetivo.
“El riesgo es que la Fed sea muy cautelosa y retrase los primeros pasos para normalizar la política”, dijo Joseph Capurso, jefe de economía internacional de CBA. “Los bajos tipos de interés en medio de una mejora de la economía estadounidense y mundial suponen una receta para que el dólar siga bajando”.
Incluso el rendimiento superior de la economía estadounidense tuvo su contrapartida para el dólar, ya que aumentaron de manera notable las importaciones, lo que llevó el déficit comercial a máximos históricos en marzo.
“Ese aumento implica que el déficit por cuenta corriente de Estados Unidos se situó en torno al 4% del PIB en el primer trimestre, lo que supone un peso importante para el dólar a medio plazo”, dijo Capurso.
También podría atenuar cualquier reacción a un informe optimista sobre el PIB de EEUU para el primer trimestre que se publicará más tarde el jueves, donde las previsiones del mercado son de un crecimiento intertrimestral del 6,1%.
La estimación de la Fed de Atlanta, que se sigue muy de cerca, es que el PIB creció un 7,9%, lo que sugiere un riesgo considerable de subida.
La postura de la Reserva Federal contrasta con la del Banco de Canadá, que ya ha comenzado a reducir sus compras de activos, lo que ha hecho que el dólar caiga hasta un mínimo de tres años frente al ‘loonie’, a 1,2287 dólares canadienses.
Otra ruptura notable a la baja se producía frente a la corona noruega, con el dólar tocando su mínimo desde octubre de 2018 en 8,1460 coronas.
La corona se ha visto impulsada al alza por la subida de los precios del petróleo, ya que la recuperación económica mundial impulsa la demanda de materias primas, una tendencia que también está beneficiando al dólar australiano y al neozelandés.
El dólar también perdió gran parte de la ganancia de la semana frente al yen, retrocediendo hasta 108,55 desde el máximo del miércoles de 109,07. El festivo en Japón limitaba los movimientos en el horario asiático.
Frente a una cesta de divisas, el dólar se acercaba a un mínimo de nueve semanas en 90,543, y quedaba muy lejos del máximo del 93,439 alcanzado en la racha alcista de finales de marzo.
(Editado por Simon Cameron-Moore y Jacqueline Wong; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)
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