WASHINGTON (Reuters) - La actividad manufacturera de Estados Unidos creció a un ritmo más lento en abril, limitada por la escasez de materias primas en momento en que un aumento de las vacunaciones contra el COVID-19 y un enorme estímulo fiscal han liberado una demanda contenida.
Por Lucia Mutikani
El sondeo del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) del lunes mostró tiempos de entrega récord, escasez a gran escala de materiales básicos críticos, aumento de los precios de las materias primas y dificultades para transportar productos entre industrias.
La pandemia, ahora en su segundo año, ha interrumpido gravemente las cadenas de suministro. El ISM señaló que “las empresas y los proveedores continúan luchando para satisfacer las crecientes tasas de demanda debido a los impactos del coronavirus que limitan la disponibilidad de piezas y materiales”.
Advirtió que el ausentismo de los trabajadores, los cierres a corto plazo debido a la escasez de piezas y las dificultades para cubrir los puestos vacantes podrían limitar el potencial de crecimiento de las manufacturas.
El índice ISM de actividad fabril nacional cayó a una lectura de 60,7 el mes pasado después de subir a 64,7 en marzo, que fue el nivel más alto desde diciembre de 1983.
Una lectura por encima de 50 indica expansión en la manufactura, que representa el 11,9% de la economía estadounidense. Economistas consultados por Reuters habían pronosticado que el índice subiría a 65 en abril.
El enorme paquete de ayuda por la pandemia de 1,9 billones de dólares de la Casa Blanca y la expansión del programa de vacunación COVID-19 a todos los estadounidenses adultos han provocado un auge en la demanda. Pero la demanda contenida está enfrentando limitaciones de la oferta.
Aún así, las manufacturas siguen respaldadas por inventarios ajustados tanto en las fábricas como en los clientes.
Las acciones estadounidenses subían impulsadas por resultados positivos que fortalecían las esperanzas de un crecimiento sostenido de las utilidades de las empresas. El dólar caía frente a una canasta de monedas. Los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían.
Las 18 industrias manufactureras continuaron expandiéndose en abril y los fabricantes de muebles informaron que “la capacidad del mercado en la mayoría de las áreas está sobrevendida” y se espera que “la demanda continúe fortaleciéndose, lo que provocará interrupciones más significativas”.
En el sector de productos de plástico y caucho, los plazos de entrega fueron los más largos en 35 años para algunas fábricas.
Los manufactureros también se quejaron de los precios del acero, que los fabricantes de productos metálicos describieron como “altísimos”. Los precios del acero importado se han visto impulsados por los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump para proteger a las industrias nacionales de lo que dijo que era competencia desleal.
Los fabricantes de equipos, electrodomésticos y componentes eléctricos informaron que “se está volviendo mucho más difícil abastecer la producción con materiales fabricados con cobre o acero.
En la industria automotriz, la escasez mundial de chips semiconductores ha obligado a recortar la producción. Ford Motor Co dijo la semana pasada que la escasez de chips redujo la producción a la mitad en su segundo trimestre.
Las empresas de tecnología también están sintiendo la presión. Apple advirtió la semana pasada que la escasez de chips podría afectar las ventas de iPads y Mac en varios miles de millones de dólares.
Eso fue subrayado por los comentarios de los fabricantes de productos informáticos y electrónicos que señalaron que “parece haber una inflación general de los precios en la mayoría, si no en todas, las líneas de suministro”.
(Reporte de Lucia Mutikani; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
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