Por Johan Ahlander
ESTOCOLMO, 6 abr (Reuters) -La implicación de un agente estatal en la explosión de los gasoductos Nord Stream el año pasado es la “hipótesis principal absoluta”, aunque confirmar la identidad resultará difícil, dijo el jueves el fiscal sueco que investiga el incidente.
En septiembre de 2022, varias explosiones submarinas sin explicación rompieron los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, recientemente construidos, que unen Rusia y Alemania a través del mar Báltico. Las explosiones se produjeron en las zonas económicas de Suecia y Dinamarca y ambos países afirman que fueron deliberadas, pero aún no han determinado quién fue el responsable.
La explosión en la zona sueca se produjo a 80 metros de profundidad y el fiscal dijo que investigarla era complicado.
“Creemos que será bastante difícil determinar quién lo hizo”, dijo el fiscal Mats Ljungqvist a Reuters en una entrevista telefónica.
“Las personas que hicieron esto probablemente han sido conscientes que dejarían pistas y probablemente se cuidaron para que las pruebas no apuntaran en una sola dirección, sino en varias”, añadió.
“Eso hace difícil señalar claramente a un solo actor”.
La investigación continúa.
La invasión rusa de Ucrania ha puesto la dependencia europea del gas natural ruso en el punto de mira político y la destrucción de los gasoductos Nord Stream ha acelerado el cambio del bloque hacia otros proveedores de energía.
Los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, cada uno de los cuales consta de dos tuberías, fueron construidos por la empresa rusa Gazprom, controlada por el Estado, para bombear 110.000 millones de metros cúbicos (mmc) de gas natural al año a Alemania.
Ljungqvist dijo que los investigadores habían podido determinar qué tipo de explosivo se había utilizado y que se descartaba “un gran número de actores”, pero se negó a nombrar el explosivo, citando la naturaleza de la investigación en curso.
Aunque no se ha llegado a ninguna conclusión, se han barajado varias teorías sobre quién y cómo hizo estallar los gasoductos.
Alemania ha confirmado que sus investigadores intervinieron en enero un barco que podría haber servido para transportar los explosivos utilizados para volar los gasoductos. Medios alemanes informaron que el barco podría haber sido utilizado por un grupo ucraniano o proucraniano.
Por su parte, el New York Times informó a principios de marzo que información de inteligencia estudiada por autoridades estadounidenses indicaba que un grupo proucraniano estuvo detrás de los atentados, pero que no se encontraron pruebas de la implicación del Gobierno de Kiev.
Ljungqvist dijo que no podía descartarse por completo que un grupo independiente, en contraposición a un actor estatal, estuviera detrás del ataque, pero que era poco probable.
“Hay ciertas empresas que tienen ciertas misiones especiales que significan que podrían, en teoría, llevar a cabo esto”, dijo.
“No descartamos nada, pero que sea un actor estatal el que esté directa o al menos indirectamente detrás de esto es, por supuesto, nuestra principal hipótesis absoluta, dadas todas las circunstancias”.
El periodista estadounidense Seymour Hersch informó a principios de año que las autoridades de EEstados Unidos, con ayuda del ejército noruego, estaban detrás del ataque.
Tanto Estados Unidos como Ucrania han negado tener nada que ver con los atentados, al igual que Rusia. Moscú, sin aportar pruebas, ha atribuido las explosiones a sabotajes occidentales.
Ljungqvist dijo que el incidente se había convertido en un campo abierto a los intentos de influir en el acalorado debate, probablemente con el propósito de sembrar deliberadamente la confusión.
“No quiero comentar ningún informe concreto, pero puedo concluir que muchas de las teorías candentes pueden descartarse fácilmente basándonos en lo que sabemos de la investigación”, declaró.
(Información de Johan Ahlander; información adicional de Simon Johnson y Essi Lehto; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
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