Traducido por IA
El dólar estadounidense (USD) enfrenta una nueva presión, cayendo a 102,52 al inicio de la semana, a pesar de datos de Nóminas No Agrícolas de marzo más fuertes de lo esperado. Los mercados siguen centrados en los riesgos de recesión y en la creciente probabilidad de que la Reserva Federal realice recortes en las tasas, lo que continúa afectando la perspectiva de la divisa. Los operadores ya están incorporando cuatro recortes de 25 puntos básicos en 2025.
El informe de Nóminas No Agrícolas de marzo mostró que la economía de Estados Unidos añadió 228.000 empleos, muy por encima de los 117.000 revisados de febrero. Sin embargo, estos sólidos datos laborales han hecho poco para cambiar la postura bajista en relación al dólar. El sentimiento inversor se mantiene cauteloso, ya que persisten las preocupaciones sobre una posible desaceleración económica.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que la inflación se acerca al objetivo del banco central, pero sigue algo elevada. Además, advirtió sobre posibles presiones de precios vinculadas a los aranceles comerciales existentes, subrayando el mandato de la Fed de evitar que los picos inflacionarios temporales se consoliden.
Los participantes del mercado esperan que la Fed comience a recortar las tasas ya en junio, proyectándose cuatro reducciones de tasas hasta 2025. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años de Estados Unidos se mantiene por debajo del 4,0%, reflejando una creciente aversión al riesgo y una demanda decreciente por activos denominados en dólares.
Además, la tasa de desempleo aumentó ligeramente al 4,2% desde el 4,1%, lo que plantea interrogantes sobre la solidez del mercado laboral. Aunque la creación de empleo se mantiene constante, este incremento en el desempleo sugiere una debilidad subyacente que podría reforzar el argumento a favor de una flexibilización de la política.
En general, la combinación de crecientes expectativas de recortes en las tasas, indicadores laborales en deterioro y un sentimiento inversor cauteloso continúa minando el soporte para el dólar estadounidense a corto plazo.
El Índice del dólar estadounidense está bajo presión a $102,52 tras no lograr recuperar la zona de resistencia entre $102,80 y $103,15. La acción del precio sigue teniendo dificultades para mantenerse por encima de la EMA de 50 ($103,33) y la EMA de 200 ($104,54), reforzando una perspectiva bajista a corto plazo.
El reciente rebote desde $101,27 encontró un techo cerca del retroceso del 50% de Fibonacci de la reciente caída, pero la incapacidad de consolidar esa fortaleza indica agotamiento. La zona de pivote se sitúa cerca de $102,43, y al desplazarse el precio a la baja desde ese nivel, el impulso parece favorecer la tendencia bajista.
Si $102,43 no se mantiene, la atención se dirigirá a $101,98 y $101,27 como los siguientes niveles de soporte probables. Por el lado alcista, se necesitaría un cierre decisivo por encima de $103,15 para revertir la estructura a corto plazo a favor de los compradores.
La libra esterlina se cotiza actualmente a $1,2896, intentando estabilizarse tras un marcado rechazo desde el máximo de $1,3206 a principios de esta semana. La venta masiva rompió por debajo de la EMA de 50 ($1,2966) y encontró un soporte tentativo cerca de la EMA de 200 en $1,2851, que además se alinea estrechamente con una línea de tendencia ascendente desde el mínimo de febrero. Esta confluencia de soportes técnicos podría limitar las caídas a corto plazo.
El pivote inmediato a observar es $1,2931. Un movimiento por encima de este nivel podría exponer una resistencia en $1,3012, seguido por el crucial punto de $1,3115. Por el contrario, una ruptura por debajo de $1,2850 centraría la atención en $1,2821 y, potencialmente, en $1,2755. La EMA de 50 se mantiene por encima de la EMA de 200, conservando una tendencia alcista a medio plazo, aunque el impulso se ha debilitado notablemente.
El RSI se sitúa en 38,7, apenas por encima del territorio de sobreventa, lo que indica una posible estabilización o un modesto repunte a corto plazo. El GBP/USD se aferra a soportes clave de la tendencia y de las EMAs. Una ruptura por debajo de $1,2850 podría profundizar las pérdidas, mientras que recuperar el nivel de $1,2930 ofrecería un alivio a corto plazo para los compradores.
El par EUR/USD se cotiza alrededor de $1,1001 tras recuperarse de la zona de $1,0960, un soporte clave de Fibonacci alineado con el retroceso del 38,2% del repunte reciente. El precio recuperó la EMA de 50 ($1,0898), que ahora funciona como un soporte dinámico.
La estructura general muestra una ruptura de una línea de tendencia descendente de varias semanas, seguida de una repuesta saludable, lo que sugiere que los compradores aún tienen el control.
La resistencia inmediata se encuentra en $1,1050, seguida por $1,1100 y el nivel de Fibonacci del 78,6% en $1,1201.
Si los compradores mantienen el control por encima de $1,0960, esta etapa podría extenderse al alza, apuntando potencialmente a recuperar por completo la caída reciente. En el lado bajista, una ruptura por debajo de $1,0950 podría exponer $1,0880 y la EMA de 200 ($1,0758). El RSI se mantiene en niveles de soporte cerca de 55, dejando margen para alcistas.
El rompimiento alcista se mantiene por encima de promedios móviles y líneas de tendencia clave. Mientras se mantenga $1,0960, la continuidad al alza sigue siendo viable.
Arslan, orador en webinars y analista de derivados, tiene un MBA en Finanzas y un MPhil en Finanzas Conductuales. Guía en análisis financiero, trading y pronósticos de criptomonedas. Experto en psicología del trading y sentimiento del mercado.