Durante cerca de cien años los banqueros centrales se mantuvieron en el trasfondo de sus titulares de prensa políticos y económicos. No era habitual que el banquero central se dirigiese al público y, cuando lo hacía, hablaba con una jerga se conoce como “bankereze” que el público en general no lograba comprender. Los banqueros evitaban el centro de atención y gestionaban las metas de inflación y de empleo desde oficinas llenas de contables, abogados y economistas. La mayoría de los ciudadanos calificaba a los banqueros centrales como “cerebritos”. Allan Greenspan presidió la Reserva Federal de Estados Unidos en el período de 1987 a 2006 ganándose el respeto de la élite financiera y económica de todo el mundo. Pero en raras ocasiones fue entrevistado en un programa de entrevistas y la mayoría de los estadounidenses tenían poca idea de quién era este hombre.
Cuando se retiró, Ben Bernanke ocupó su cargo, pero en poco tiempo la crisis financiera global llenó los titulares de los periódicos internacionales y a medida que el mercado inmobiliario se derrumbó, las ejecuciones hipotecarias se convirtieron en la comidilla del pueblo y el desempleo se disparó, Bernanke apareció en el escenario mundial. Durante los siguientes 8 años, Ben Bernanke, se convirtió en un nombre cercano y una súper estrella. En pocas semanas, los banqueros centrales de todo el mundo estuvieron en el centro de atención.
Hoy en día, la mayoría de las personas conocen a los presidentes de los principales bancos centrales de todo el mundo. Mario Draghi, apodado Super Mario, es seguido por un cuerpo de prensa de igual tamaño que el de algunos líderes mundiales. Kuroda gobernador de Japón; Mark Carney, del Reino Unido; así como Steven Poloz de Canadá son conocidos también en todo el mundo.
Después de servir 8 años como líder del mayor banco central en el mundo, Ben Bernanke, se retiró y entregó las riendas a Janet Yellen, su adjunta y protegida en ese momento. La revista Forbes dice que Yellen es la mujer más poderosa del mundo. Ve a esa intelectual del mundo de la academia como la mujer más poderosa del mundo.
Janet Yellen es la primera presidenta de la Reserva Federal y sirve como la economista más influyente de Estados Unidos. El camino histórico de Yellen hacia la Fed fue pavimentado con mucho trabajo, excelentes conexiones políticas y la creencia en la capacidad de los economistas para ayudar a las familias trabajadoras. Yellen sigue siendo una voz política y económica muy poderosa en EE.UU. y en todo el mundo gracias a su título.
El viernes por la tarde habló desde un complejo privado bastante desconocido para el público general hasta que Bernanke aprovechó su intervención en el simposio para presentar el término “Flexibilización Cuantitativa”. Este año, la mayor parte de todo el mundo estaba muy atenta al discurso de Janet Yellen, publicado y emitido por todos los principales periódicos y canales de todo el mundo. Sus palabras serán digeridas y regurgitadas una y otra vez, su actitud y su tono serán analizados e interpretados minuciosamente. Un simple cambio de palabras o de tono podría provocar volatilidad en los mercados de todo el mundo.
Como líder del banco central de Estados Unidos, Yellen tiene una inmensa influencia sobre los mercados financieros globales y la economía de EE.UU. Miles de millones de dólares pueden ser perdidos o ganados en función de cómo interpreten los inversores cada palabra procedente de Yellen.
Pero unos mercados financieros volátiles es lo último que quiere Yellen. De hecho, a menudo habla de forma monótona sobre la política de la Fed, intentando evitar palabras o tonos que puedan sacudir los mercados. Los traders habían retrasado sus expectativas de aumento de tipos, con una probabilidad del 30% para un movimiento el próximo mes de septiembre. Estaban apostando por una probabilidad del 56% a que la Fed actuará en diciembre, por encima del 36% de finales de julio. Finalmente, su discurso fue percibido como agresivo y parece que la Fed ve un escenario que hace posible una subida de tipos.
Yellen no quería repetir los errores de la Reserva Federal en 2015 que llevaron a la formación de cráteres economía mundial. Mantener ese delicado equilibrio es algo difícil, pero eso es exactamente lo que Yellen estuvo tratando de hacer con éxito hasta la fecha.