Aunque suene a lugar común, el reporte de empleo de septiembre será una pieza clave para el futuro de la política monetaria en particular y de los mercados financieros en general.
A pesar que los miembros de la Reserva Federal traten de vender el mismo discurso que tenían en junio, la situación ha cambiado bastante.
La fuerte recuperación que experimentaron las nóminas no agrícolas entre junio y julio parecía facilitar la decisión de las autoridades monetarias de comenzar a restringir paulatinamente su política para evitar que la inflación se saliera de control, mientras el mercado laboral daba señales claras de recuperación.
Sin embargo, la sorpresa de agosto genera demasiadas interrogantes que pudieran comenzar a responderse con el reporte de septiembre.
Los analistas estiman un crecimiento de las nóminas en 500.000 trabajadores, el doble de lo experimentado en agosto, pero muy por debajo de los incrementos de junio y julio.
Además de la relevancia del número, el análisis posterior será muy interesante.
Si la cifra sale en línea con los estimados, ¿será suficiente para garantizar el comienzo de la reducción del programa de recompra de bonos por parte de la Reserva Federal?
Si la variación se queda corta a pesar de no ser un estimado tan ambicioso, ¿comenzarán nuevamente las preocupaciones por las presiones inflacionarias ante la imposibilidad de la Reserva Federal de actuar para contenerlas?
El Institute for Supply Management publicará su indicador de actividad no manufacturera el martes.
Los analistas prevén una ligera caída en la actividad en septiembre hasta el nivel 61,3, desde el 61,7 de agosto.
A pesar que este indicador ha frenado su avance, todavía se encuentra en niveles que señalan expansión económica.
Los estimados de los analistas apuntan a un incremento de +13,7% en los precios pagados por los productores, por encima del +12,1% de julio. Si bien esta publicación tiene un poco de rezago, continúa siendo relevante para confirmar que las presiones inflacionarias no han cedido y que estos incrementos en los costos de las empresas serán trasladados hasta los consumidores finales en el futuro cercano.
Por otro lado, publicarán la variación de las ventas al detal que, según los estimados de los analistas, desaceleraron nuevamente su ritmo de crecimiento en agosto con una variación de +2,6% vs. el +3,1% de julio.
La divisa estadounidense se ubica muy cerca de sus niveles máximos del último año, en parte debido a que los inversionistas están descontando que las autoridades monetarias de Estados Unidos comenzarán a restringir su política monetaria en el corto plazo.
Sin embargo, el reporte de empleo podría cambiar estas expectativas rápidamente.
Los rendimientos de los bonos podrían acelerar su caída de los últimos dos días si el mercado laboral no da señales claras de recuperación en el reporte de la próxima semana y esto perjudica profundamente el desempeño del dólar.
La mayoría de los inversionistas tienen claro que el dólar es más atractivo que el euro en las condiciones actuales y que los rendimientos de los bonos estadounidenses no tienen otro camino que no sea al alza una vez que comience la reducción del programa de recompra de bonos.
¿Qué pasará si las cifras económicas no confirman esas expectativas?
Sócrates se graduó en la universidad y enseguida comenzó a trabajar cubriendo el mercado de acciones de Estados Unidos, México, Brasil, Argentina y Venezuela. A medida que avanzó en su carrera profesional administró fondos mutuales, fondos de retiro y carteras institucionales. Además, fue trader de bonos de deuda de mercados emergentes para carteras propietarias. Sócrates fue CFA charterholder durante 14 años, pero actualmente no es miembro activo del CFA Institute. También es Financial Risk Manager, certificado por Global Association of Risk Professionals.