Los analistas estiman que el indicador de inflación más utilizado por los miembros de la Reserva Federal se ubicó en +4,4% durante el mes de septiembre, superando el +4,3% registrado en agosto; mientras que excluyendo los volátiles rubros de alimentos y energía, la inflación habría sido +3,7%, por encima del +3,6% del mes anterior.
La presión que existe sobre los miembros de la Reserva Federal se debe a la pasividad que han mostrado ante el continuo incremento de los índices de precios.
A pesar que el presidente de la institución, Jerome Powell, reconoció la semana pasada que la inflación está mostrándose cada vez menos transitoria de lo esperado, dejó claro que cualquier incremento de la tasa de interés referencial no está cerca.
Uno de los argumentos para retrasar las medidas de restricción monetaria ha sido que no consideran prudente comenzar a restringir la política monetaria para combatir la inflación hasta estar totalmente seguros que la recuperación económica es firme.
Esas dudas parecen tener soporte luego de la publicación de la primera lectura del crecimiento económico correspondiente al tercer trimestre, período en que la económica de Estados Unidos se expandió solamente +2%, sorprendiendo a la baja con respecto al estimado de los analistas que apuntaba a un crecimiento de +2,7% y muy por debajo del crecimiento de +6,7% registrado durante el segundo trimestre.
Las razones de este desempeño fueron el incremento de los casos de la variante Delta del Covid-19 y los inconvenientes que enfrentaron la mayoría de las industrias con sus cadenas de distribución.
Para el cuarto trimestre se espera que la variante Delta no sea un tema, pero los elevados costos de la energía y los inconvenientes en las cadenas de distribución todavía están afectando el desempeño de la economía.
La decisión de incrementar la tasa de interés referencial no será fácil de tomar, pero entre más tiempo esperen las autoridades monetarias en tomar las medidas para controlar la inflación, más difícil será controlarla.
Sócrates se graduó en la universidad y enseguida comenzó a trabajar cubriendo el mercado de acciones de Estados Unidos, México, Brasil, Argentina y Venezuela. A medida que avanzó en su carrera profesional administró fondos mutuales, fondos de retiro y carteras institucionales. Además, fue trader de bonos de deuda de mercados emergentes para carteras propietarias. Sócrates fue CFA charterholder durante 14 años, pero actualmente no es miembro activo del CFA Institute. También es Financial Risk Manager, certificado por Global Association of Risk Professionals.