Este lunes la mayor parte de los índices de la región de Asia y el Pacífico está recibiendo un golpe importante, a excepción del índice de referencia en Japón que está mostrando un rendimiento sorprendentemente sólido. El factor detrás de la presión bajista está siendo el miedo al impacto de la pandemia de coronavirus sobre la economía global y sobre el sentimiento de los inversores.
Además de la caída de los principales índices el lunes también cayeron las bolsas del sureste asiático y Singapur registró el peor día de los últimos 11 años por el miedo a que las cuarentenas y los bloqueos que se han impuesto para frenar al coronavirus probablemente terminarán provocando una recesión.
Richard Yetsenga, jefe economista en ANZ, escribió en una nota lo siguiente, “El coste económico del brote de COVID-19 está empezando a manifestarse. Hemos revisado a la baja de forma significativa nuestras predicciones de crecimiento para el G3 y vemos probable que EEUU registre el peor rendimiento desde 1946.”
A las 06:12 hora GMT, el índice japonés Nikkei 225 está cotizando en 16912.16, subiendo 359.33 o +2.17%. El índice Hang Seng de Hong Kong está en 21822.36, cayendo 982.72 o -4.31% y el índice KOSPI de Corea del sur está cotizando en 1486.75, cayendo 79.40 o -5.07%.
En China, el índice de Shanghai está cotizando en 2676.47, cayendo 69.15 o -2.52% y el índice S&P/ASX 200 de Australia está en 4546.00, cayendo 270.60 o -5.62%.
El índice de referencia sobre las acciones en Japón, el Nikkei, se revalorizó el lunes porque el Comité Olímpico Internacional (COI) dijo que estaba trabajando intensamente en la “planificación de escenarios”, incluyendo la posibilidad de que el evento solo se aplace lo que hacía que aumentase el optimismo porque se evite la cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio, según informó Reuters.
La esperanza generada sobre los Juegos Olímpicos ayudó a las acciones japonesas a evitar la tendencia global. Los mercados de la región se hundieron el lunes por el miedo a la recesión ya que fueron muchos los países de todo el mundo que adoptaron medidas radicales durante el fin de semana para frenar la propagación del coronavirus.
La esperanza de que el Banco de Japón vaya a comprar fondos cotizados (ETFs) más agresivamente también continuó impulsando al mercado.
El país decidió suspender la actividad en algunos sectores de su economía y hubo más estados que cerraron sus fronteras lo que hizo que las acciones australianas perdieran en un solo día de movimientos volátiles un valor cercano a los 100 mil millones de dólares. Tras el hundimiento de los precios del petróleo el índice de energía del ASX 200 perdía casi un 9 por ciento y se situaba en el nivel más bajo desde principios de 2004 debido a que aumentaba el número de empresas que recortaban sus gastos y aplazaban proyectos.
El domingo 22 de marzo el primer ministro Scot Morrison aprobó unas medidas históricas para frenar el avance del COVID-19 dentro del país. Morrison ordenó que todos los bares, discotecas, iglesias e instalaciones deportivas en interiores se cerraran hasta nuevo aviso, mientras que seguirían abiertos los establecimientos que ofrecen servicios esenciales como los supermercados, las gasolineras y los bancos. De momento los colegios australianos seguirán abiertos.
Parte de la caída en la región de Asia y el Pacífico se atribuyó al diferencial negativo con el que abrieron los mercados de EEUU, un diferencial que se explica porque el domingo por la tarde el Senado decidía no sacar adelante la propuesta consistente en un paquete de medidas de financiación muy importante para combatir el impacto del coronavirus.
Los futuros sobre los índices bursátiles de EEUU se hundieron en cuanto se conocía que los demócratas y los republicanos no habían conseguido llegar a un acuerdo. Las negociaciones quedaban en un punto muerto horas después de que los demócratas avisaran de que no les gustaba el proyecto de ley porque según ellos estaba demasiado decantado hacia rescatar a las empresas pero no iba a ayudar a los trabajadores lo suficiente.
James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.