En lo que va de semana 3 indicadores importantes de la situación económica de Estados Unidos han dado muestras de desaceleración y el indicador de actividad manufacturera podría ser el cuarto.
El indicador de actividad, publicado por el Banco de Dallas de la Reserva Federal, retrocede hasta 9 desde el 25 registrado en julio, mostrando una clara desaceleración del ritmo de crecimiento económico.
El subindicador de precios se mantuvo estable en niveles máximos, reflejando que las presiones inflacionarias no ceden.
En agosto, el indicador de confianza de los consumidores, calculado por el Conference Board, cayó hasta 113,8 desde el 125,1 alcanzado en julio, quedando por debajo de las expectativas de los analistas de 124.
Destacó el retroceso hasta 91,4 del subíndice que mide las expectativas de los consumidores con respecto al crecimiento de corto plazo, afectado por las preocupaciones que genera el incremento de casos de la variante Delta del Covid-19 y el incremento de los precios de los alimentos y la gasolina.
Solamente 22,9% de los encuestados cree que las condiciones económicas van a mejorar, por debajo del 30,9% que respondió afirmativamente en julio; mientras que 17,8% estima que las condiciones empeorarán.
Por otro lado, 17,9% espera que su situación financiera mejorará y 10,1% cree que empeorará.
El indicador cayó desde 73,4 en julio hasta 66,8 en agosto, con los gerentes de las empresas encuestadas argumentando que tienen dificultades para abastecerse de materias primas y para encontrar trabajadores calificados que les permitan cumplir con los pedidos de sus clientes.
El subindicador de precios se ubicó en su máximo nivel desde 1979, reflejando el sostenido incremento de los costos que continúan enfrentando las empresas.
En la encuesta de este mes, el Institute for Supply Management realizó una pregunta adicional “¿Cuándo se espera que los impactos de la pandemia del Covid-19 alcancen un máximo?”, a lo que el 37,8% respondió que en el año 2022.
Si bien los miembros de la Reserva Federal han sido claros en que su atención está centrada en la recuperación del mercado laboral y para eso siguen de cerca el reporte de empleo, estas cifras económicas no deben dejarse de lado porque continúan reflejando que el máximo de actividad económica parece haber quedado atrás, pero las presiones inflacionarias continúan al alza.
En la medida en que la Reserva Federal se vea obligada a combatir la inflación, pero la economía continúe debilitándose, los efectos sobre el dólar, el mercado de acciones y los commodities podrían ser muy negativos.
Sócrates se graduó en la universidad y enseguida comenzó a trabajar cubriendo el mercado de acciones de Estados Unidos, México, Brasil, Argentina y Venezuela. A medida que avanzó en su carrera profesional administró fondos mutuales, fondos de retiro y carteras institucionales. Además, fue trader de bonos de deuda de mercados emergentes para carteras propietarias. Sócrates fue CFA charterholder durante 14 años, pero actualmente no es miembro activo del CFA Institute. También es Financial Risk Manager, certificado por Global Association of Risk Professionals.